El
consumo excesivo de alcohol puede provocar dependencia o adicción a
esta bebida, acarrear la aparición de consecuencias físicas o
psicológicas y puede llegar a afectar la vida familiar y laboral de
la persona alcohólica. Además, el excesivo consumo de alcohol,
trae consigo gran cantidad de efectos adversos sobre las áreas donde
se practica (acumulación de gran cantidad de residuos, ruidos que
dificultan el descanso nocturno...)
A
este respecto, en nuestro país existe una arraigada cultura del
alcohol, por lo que su consumo y venta está socialmente aceptado,
siendo muy fácil el acceso a este tipo de bebidas (en nuestro país
existe una clara minoración de los efectos que provoca el consumo
de este tipo de bebida). De esta forma, a continuación se enumeran
una serie de medias destinadas a paliar el consumo excesivo de
alcohol:
- En primer lugar (y desde mi punto de vista una de las medidas “vitales” para que se produzca una reducción del consumo de este tipo de bebida) es la de educar y concienciar a la población sobre que el alcohol es una droga más, y (que pese a ser legal) conlleva graves perjuicios para nuestra salud.
- Efectuar medidas destinadas a controlar y limitar el consumo y venta de alcohol (mediante una mayor vigilancia policial, vigilancia por parte de los vendedores, consumidores..)
- Hacer accesible información relativa al consumo desmesurado de alcohol.
- Realizar campañas de sensibilización (por parte de las administraciones públicas) que informen a la población sobre los daños que conlleva consumir esta bebida.
- Introducir (en los centros escolares) programas que lancen mensajes claros sobre los perjuicios para nuestro bienestar y nuestra salud que conlleva el abuso del alcohol.
- Realizar programas que impliquen a los fabricantes de bebidas alcohólicas en la prevención y consumo responsable de alcohol (que estas bebidas introduzcan un etiquetado que informe sobre el daño que provoca el alcohol, que no se fomente un alto consumo de este tipo de substancia...).
- Efectuar campañas publicitarias que muestren los riesgos del consumo irresponsable de alcohol y las consecuencias que provoca en la sociedad.
Por
su parte, entre las medidas orientadas a atajar las consecuencias
negativas que provoca un gran consumo de alcohol en las zonas donde
se practica, destacamos:
- Realizar una buena insonorización de los locales donde se vende alcohol a altas horas de la madrugada.
- Controlar los horarios de apertura y de cierre de estos locales nocturnos.
- Puesta en práctica de programas de concienciación sobre los perjuicios que conlleva el ruido excesivo en la vía pública (a altas horas de la madrugada).
- Que se limite el consumo de alcohol en la vía pública.
- Realización de controles periódicos sobre los niveles de contaminación acústica.
- Limitación de bebidas alcohólicas a partir de una franja horaria
En
conclusión, nos encontramos ante una problemática (consumo excesivo
de alcohol, unido a las consecuencias sociales que conlleva este tipo
de bebida) de compleja solución, y que debe ser atajado desde
diferentes frentes (mayores controles, campañas de prevención...).
De esta forma, al igual que otras muchas ciudades y pueblos presentes
en el territorio español, la ciudad de Santiago de Compostela
presenta un importante consumo de alcohol (este consumo se ve
beneficio por el hecho de que la ciudad compostelana sea un centro
turístico y universitario de “primer nivel”). En la ciudad (y al
igual que e resto del territorio español) existe una muy arraigada
“cultura del alcohol”, con los múltiples y conocidos problemas
que conlleva el intenso consumo de esta substancia, tanto para los
vecinos que viven en las zonas que padecen este fenómeno, como para
la sociedad en general.
Escrito por: Damián Caballero Fernández