Primero lo
que vamos a distinguir son las drogas en dos grandes grupos: las drogas legales y las drogas ilegales. En cuanto, a las
primeras, la regulación actual de las mismas hace que actúen como motor de
economía a escala nacional, regional o local. Por otra banda, las drogas
ilegales, la no regulación hace que se cree
una economía sumergida, en la cual los clanes, bandas o camellos
obtienen un beneficio colectivo o individual que no repercute en favor de la
sociedad y no ayuda a llenar las arcas estatales, de las CCAA o del municipio.
Como hemos
dicho en el blog, vamos a analizar casos a escala local. Para esto la ciudad de
Santiago de Compostela es la elegida.
Sabemos que las drogas legales están presentes
en los locales de hostelerías, supermercados y estancos, moviendo millones de
euros a finales de año. Son bastantes los empleos que se deben a esta actividad,
así el factor turístico o el educativo que se da en Santiago de Compostela
ayuda a que se potencie su consumo;
además, estos dos elementos, influyen para que aparezca la presencia de drogas
ilegales. De este modo, cabe plantearnos que hay un problema de narcotráfico y
consumo en la ciudad, y ahora tenemos que preguntarnos ¿Cómo vamos a solucionarlo? Yo propongo optar
por dos vías: “Más vigilancia y más gasto
público”; o por otro lado, “más
regulación y más ingreso público”. Ahora cabe pensar ¿A qué nos llevaría la diferente elección de vía
que se decida seguir?

Lo que está
claro es que la droga ilegal está presente en la ciudad, eso se puede observar
paseando. Personas que consumen habitualmente las podemos encontrar en las
calles, unas pidiendo, sufriendo marginación a causa de su adicción, o también
pueden estar bien vestidas camuflándose entre la masa, o jóvenes que tienen sus
primeros contactos con las sustancias experimentando sus efectos y tratándolas
como si fuera un juego. Lo que puedo afirmar es que no habría narcotráfico si
no existiese un consumo.
La
confluencia de los dos grupos en el
espacio es necesaria para que el negocio exista. Cabe preguntarse ¿el negocio
beneficia o perjudica a los ciudadanos de la ciudad?
Aquí dejo el enlace de dos
artículos de interés:
La ley seca aplicada en
EEUU: http://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-historias/los-a%C3%B1os-la-ley-seca-cuando-tras-la-072158984.html
Turismo en busca de droga: http://www.abc.es/internacional/20121121/abci-droga-holanda-201211201732.html
Tenemos una
sociedad que inculca unos valores diciendo que la droga es mala, a los cuales
yo estoy totalmente de acuerdo. No obstante, siguen apareciendo nuevos
consumidores todos los días, es decir que la forma de transmitir los perjuicios
que aportan las drogas no es el correcto; así, en mi opinión, la prohibición no
está dando los resultados esperados.
Adjunto unos cuantos mitos callejeros sobre las drogas, como veréis no son ciertos.
•
El Alcohol y el Cigarrillo no son drogas.
•
La Marihuana no es dañina por
ser natural.
•
Mis padres y mis amigos son los
culpables de que yo consuma drogas.
•
Los consumidores son
adictos irrescatables.
•
Todo consumidor es un
delincuente.
•
El fumar me hace ser más interesante.
•
El consumir éxtasis me hace más
fashión.
•
La droga me da energía.
•
La droga es mi mejor amiga.